El Unicaja cumplió con su cometido de ganar al Efes Pilsen sin excesivos problemas, pero acabó tercero de grupo B, por la victoria del Maccabi en Salónica ante el Aris.Además, tampoco pudo ser cabeza de serie en el sorteo de la siguiente fase por el triunfo del Real Madrid frente al Panathinaikos.
El Unicaja tenía varios frentes abiertos. Jugaba en varios pabellones para conocer su posición en el grupo o si podía ser cabeza de serie. El pensamiento se encontraba en Salónica donde el Maccabi jugaba ante el Aris y en la Capital de España donde el Real Madrid recibía al Panathinaikos.
Los jugadores del Unicaja estaban centrados en el compromiso con el Efes Pilsen. Un inicio titubeante, excesivamente mesurado, como el ambiente, resaltó la igualdad del partido. El conjunto turco también se jugaba el tercer lugar del grupo, por lo que las exigencias eran máximas.
Ambos equipos se estudiaron en el primer cuarto, donde las ventajas fueron mínimas. El Unicaja con un quinteto sobresaliente, quería imponer su ley debajo de los tableros con el pívot puertorriqueño Daniel Santiago, desdibujado y fuera de su mejor forma, y un motivadísimo, el alero estadounidense Marcus Haislip, quien se enfrentaba a su ex equipo.
El Efes Pilsen paliaba la falta de centímetros con la circulación de balón y los puntos del pívot Ermal Kuqo, que se fajó con sus oponentes, con la ayuda del escolta estadounidense Drew Nicholas y de su compatriota, el alero Andre Hutson. 22-24 en el primer cuarto.
El Unicaja no quería ningún susto y en el segundo periodo, con una defensa excelente y un juego interior, en el cual el pívot senegalés Boniface Ndong, superaba una y otra vez a los jugadores del Efes Pilsen, sirvió para imponer la ley del equipo local. La ventaja iba aumentando hasta llegar al 48-35, minuto 19. Además el tiro exterior funcionó con cuatro triples, que amordazaron y maniataron al conjunto visitante con un sobresaliente Haislip.
El Efes Pilsen se vio impotente para frenar a los jugadores españoles y la reacción, a pesar de los tiempos muertos solicitados por su técnico, David Blatt, para parar la avalancha del Unicaja, no llegaba. Al descanso, un claro 54-38.
El encuentro no estaba terminado. El Efes Pilsen necesitaba la victoria y fue a por ella. Un parcial de 1-9, 61-49, minuto 27, recortó ostensiblemente la diferencia, que tres minutos antes había sido de 60-40. El base Carlos Cabezas, fue la figura con varios robos de balón y dos canastas seguidas.
El conjunto turco no se amilanó. Con un planteamiento muy serio y una mejora en el sistema defensivo, comenzó a crear problemas al Unicaja, que solventó el tercer periodo con una suficiencia relativa, 67-53.
El objetivo en el tramo final del encuentro para el Unicaja era superar los diecisiete puntos que marcaba la clasificación para intentar ser cabeza de serie en el sorteo de la segunda fase y esperar un tropiezo del Maccabi y del Real Madrid.
Los definitivos diez minutos fueron vistosos, con un buen baloncesto de los dos equipos, y el Unicaja que supo administrar la renta, a pesar de los intentos del Efes Pilsen, que presionó y defendió lo más fuerte posible para haber dado la sorpresa. No hubo tiempo, 87-77. El Unicaja estará en el bombo como tercero, ya que el Maccabi ganó y el Real Madrid hizo lo propio.
87 - Unicaja (22+32+13+20): Cabezas (14), Jiménez (7) Welsch (2), Haislip (23), Santiago (6)- cinco inicial-, Popovic (2), Kus (7), Sanders (7), Gabriel (8) y N?Dong (11).
77 - Efes Pilsen (24+14+15+24): Penn (4), Nicholas (6), Abi (0), Gonlum (13), Woods (6)- cinco inicial- Kuqo (13), Gregory (10), Arslan (5), Wright (3) y Hutson (17).
