Artículo: Unicaja 82 – 77 Cajasol

El Unicaja-Cajasol perdió la importante dosis de dramatismo al estar Unicaja clasificado tras la derrota del Granada el sábado por la tarde. Tal vez una unificación de horarios habría permitido dar más emoción a la jornada.

A partir de ahí, el partido transcurre por una línea extraña a la vez que peligrosa. El Cajasol es un equipo fuerte, con jugadores con experiencia, de buen nivel, y amplia rotación. Además, la llegada de Bennet le ofrece un carácter competitivo especial. Es seguro que en la segunda vuelta irá a más si no se pierde en una especie de tierra de nadie entre el descenso y los play offs por el título.

En estas condiciones, llegó a ser contraproducente para Unicaja moverse en un marcador entre 10-15 ptos de ventaja durante muchos minutos, perdiendo poco a poco la inercia de concentración necesaria para competir, lo cual en los últimos minutos pudo costar muy caro.

El partido comienza con ambos equipos presentando quintetos altos, con Jiménez e Ignerski de Aleros, y parejas interiores puras (Haislip-Ndong; DeMiguel-Betts). En esta situación, el juego ofensivo de Unicaja cambia el esquema habitual con Welsch de 3. De este modo, las jugadas largas cambian el hueco interior para la recepción por los aleros tras bloqueos indirectos por un esquema más estático de éstos, en los que el juego de Jiménez se produce de fuera a dentro de forma más estática. Unicaja, con bastante acierto, consigue anotar y forzar personales de forma constante. Cajasol intenta una zona 2-3, en mi opinión bastante "hundida", en la que Haislip lee desde el primer momento el hueco libre en el poste medio para disfrutar de un tiro cómodo.

En defensa, Unicaja procura una defensa individual en la que la mayor dificultad se encontraba en evitar los cambios de hombre tras bloqueo directo de jugadores cono De Miguel o Betts. Esta situación ha hecho que el retraso al llegar a defender al jugador pequeño ocasione algunas faltas al tratar de puntear el tiro por detrás. Además, se hacía complicada la defensa sobre Ellis (de Welsch) debido a la velocidad de Ellis al pasar bloqueos indirectos.

Una tónica habitual durante todo el partido, pero sobre todo en el primer cuarto ha sido el dominio del rebote, especialmente bien cerrado el defensivo.

En el segundo cuarto, hay un hecho que marca la ventaja de Unicaja, en el momento en que Betts abandona la pista volviendo Santiago a ella. Unicaja vuelca el juego sobre el puertorriqueño. En este punto, la defensa del Cajasol, empeora en distintos aspectos. Por un lado, la defensa individual de Bueno sobre Santiago permite a éste anotar y cargar de faltas al pívot del Cajasol. Además, las ayudas de los pequeños suelen llegar tarde, lo que unido al acierto en el bloqueo y continuación, permitió a Santiago durante unos minutos dominar el juego interior y poder sacar muchas faltas, no sólo a los interiores, sino a jugadores como Miso o Miles.

Con la ventaja de 14 puntos al descanso, Cajasol endurece la defensa. Además, la defensa press evitó que Unicaja tuviese tiempo cómodo para construir jugadas. No obstante, la correcta defensa individual de Unicaja permitía mantener al Cajason en un tanteo bajo, y una diferencia constante entre los 10 y los 15 puntos.

Cuando el partido parece decantado, con Betts fuera por faltas, desquiciado en las protestas (al igual que Ellis), un detalle permite al Cajasol entrar por debajo de la barrera psicológica de los 10 puntos. Hablamos de los minutos en los que Santiago (bastante desquiciado en uno de esos días en los que se enfrenta a todo y todos) comienza no sólo a forzar en exceso las acciones de ataque, sino a descuidar el aspecto defensivo. Sale del partido y deja en defensa un espacio en el poste medio que aprovecha el rival para cobrarse tiros cómodos o penetraciones que culminan en faltas aparatosas.

Esta situación permitió al Cajasol pelear los últimos minutos, aunque la ventaja de Unicaja se hizo suficiente, y en los momentos más delicados se obtuvieron canastas tranquilizadoras.

Algunos apuntes:

-La situación de los tiros libres de hoy no debe repetirse en lo sucesivo. El rival ha trabajado una defensa muy dura, cargada de faltas. Un 68% en tiros libres se hace insuficiente, y más cuando este porcentaje fue maquillado en los últimos minutos. Se han fallado 14 tiros libres, volviendo a advertir que los últimos ataques con falta inmediata sobre pequeño tirador han arreglado un poco este porcentaje. Hoy ha podido ser decisivo, pero otro día seguro que lo será.

-Daniel Santiago debe saber que por encima de su malestar en el partido, está la necesidad puntual del equipo. Ya recibió una técnica en Tel Aviv, donde por encima de las razones estaba el hecho de jugar en una pista en la que el arbitraje no va a ser tan generoso con el visitante. Hoy, ha rozado el límite en varias jugadores, ha enseñado al rival que con dureza se le puede sacar del partido, y ha reducido el marcador por debajo de los 10 puntos de ventaja. Está claro que hoy no tenía claridad ofensiva, pero al menos estaba forzando faltas y haciendo daño. Es símbolo de madurez y grandeza que en días como el de hoy, recomponga su juego para ayudar al equipo, no para perjudicarle.

-Nuevamente tenemos el problema general en la distribución del juego. Nuestro equipo no tiene anotadores especialistas capaces de salir de bloqueo, tanto directo como indirecto, y armar el brazo de inmediato a semejanza de jugadores como Lakovic o Rakocevic. Ésto no tiene por qué ser negativo; de hecho, en los años de grandes éxitos la estructura de equipo tampoco contaba con estos jugadores. Eso sí, esta situación obliga a ser muy frescos en el juego de ataque, mover bien y muy rápido el balón, leer de inmediato las ayudas, los cambios de hombre, las situaciones de ventaja..... y me preocupa mucho carecer de una dirección eficaz, porque es la base para que todo funcione.

-Por último, destacar el partido de Carlos Jiménez. Tras unos partidos muy flojos, hoy ha recuperado su mejor cara, magnífico en el rebote y en las ayudas para 25 de valoración.



Juan Carlos Sánchez